Raquel Tomás tiene dos hijos y un trabajo de media jornada de poco más de 500 euros al mes. Vive en Sistrells y es una de las muchas ciudadanas afectadas por la crisis, motivo por el cual, no podía hacer frente a la hipoteca de su piso, situado en la calle Mariano Benlliure, la cual llegó ampliar hasta tres veces.

Raquel, en estas circunstancias esperaba un desahucio previsto para la mañana de este viernes, pero tanto ella como sus padres, no se lo pensaron dos veces y contactaron con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.

Así, un centenar de personas, vecinos de Badalona, pero también de otras localidades se acercaban a la casa de Raquel para mostrarle su apoyo e impedir, a través de la presión social y pacífica su desahucio.

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) explica que el caso de Raquel no es único y que los datos son alarmantes, por eso es tan importante la movilización ciudadana.

Durante la mañana de viernes la tónica dominante era la solidaridad, los vehículos que pasaban por la calle de Raquel se sumaban a la protesta con sus bocinas, los comerciantes del barrio ofrecían fruta porque, todo hacía prever que pasarían horas hasta que llegaran las autoridades judiciales. Aún así, Raquel se enfrentaba a la mañana con optimismo. "No creo ni que vengan" decía.

Tras horas de espera desde la plataforma obtenían una respuesta. Raquel tendría que personarse a los juzgados de Badalona, para obtener la resolución. Tras su desplazamiento a los juzgados llegaba su llamada que era un tanto esperanzadora. Habían conseguido aplazar la fecha del deshaucio. No obstante, el juez no ha señalado una hora y día concreto, sino una franja de días durante los cuales se puede proceder al desahucio, una medida que desde la plataforma consideran abusiva. "esperamos que la justicia no abuse de este tipo de medidas porque debe estar al lado de las personas más vulnerables y que lo necesitan no al lado de los bancos" explicaba una de sus responsabes, Ada Colau.

Aún así las muestras de felicidad y agradecimiento se dejaban ver. Raquel podría pasar la noche en casa.

Compartir